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El representante del Gobierno no apoyó una votación para investigar la violación a los DDHH cometidos bajo la gestión de Nicolás Maduro. Fue apoyada por 19 países, rechazada por 5 estados miembros y tuvo 23 abstenciones.

Amnistía Internacional emitió un comunicado este viernes con duras críticas a la Argentina por su abstención en la votación de la continuidad de la comisión de las Naciones Unidas (ONU) que investiga las sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Venezuela cometidas por el régimen de Nicolás Maduro. “Ha faltado a su compromiso con los derechos humanos”, expresaron y destacaron el trabajo que lleva adelante la misión.

“Desde Amnistía Internacional lamentamos que Argentina esté dando pasos regresivos en su política exterior de derechos humanos. Como miembro y presidente del Consejo, Argentina ha faltado a su misión y compromiso con los derechos humanos, incluidos el derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición de las víctimas. El deber de países como el nuestro es el de redoblar sus esfuerzos para exigir al gobierno de Venezuela que ponga fin a la política de represión y que permita que las y los defensores de los derechos humanos realicen su trabajo de forma segura, en lugar de darle la espalda a víctimas y sobrevivientes”, indicó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.

La continuidad de la comisión especial fue apoyada por 19 países, rechazada por 5 estados miembros y tuvo 23 abstenciones. América Latina apareció fracturada en el debate sucedido en Ginebra. Brasil y Paraguay avalaron la prórroga de la comisión, Cuba, Bolivia y Venezuela rechazaron su continuidad, mientras que Argentina y México optaron por la abstención.

En el mismo comunicado, Amnistía Internacional recordó que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU creó la Misión de Determinación de los Hechos en 2019 con el objeto de investigar “ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos desde 2014″, incluyendo violencia sexual y de género, con miras a “asegurar la plena rendición de cuentas de los autores y la justicia para las víctimas”. En 2020, el mandato inicial de un año que se había otorgado a la Misión se extendió por otros dos años, hasta septiembre de 2022.

“En dicha oportunidad Argentina había acompañado la necesidad de su conformación, como una herramienta para la rendición de cuentas por delitos graves cometidos en el país y para asegurar el escrutinio internacional sobre la crisis”, recordaron.

El representante argentino ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, Sebastián Rosales

En Ginebra, donde se realizó la votación, el representante Sebastián Rosales hizo un discurso diplomático que sirvió poco para ocultar el cambio de posición ordenado por Alberto Fernández.

“La Argentina ha decidido abstenerse en el presente proyecto de resolución por entender que el diagnóstico realizado por la FFM (Misión Internacional Independiente) no responde a un trabajo producto de investigación en el terreno y al diálogo directo con todos los actores gubernamentales y no gubernamentales involucrados. Si bien coincidimos que es el propio gobierno de Venezuela quien debe permitir el acceso de la FFM al país para investigar adecuadamente las denuncias recibidas, la renovación de la FFM en las actuales condiciones solamente contribuye a continuar un mecanismo que en la práctica y el terreno no pueden mejorar los derechos humanos del pueblo venezolano”, aseguró Rosales en Ginebra.

Con la abstención de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el presidente Alberto Fernández se alineó con el kirchnerismo y deterioró sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos y la Unión Europea.

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