Una violenta muerte sacude nuevamente La Plata. La víctima, un hombre que se descompensó mientras hacía trámites en la ciudad, había quedado gravemente afectada tras la golpiza que dos motochorros le dieron apenas 48 horas antes. El caso abrió dos frentes de investigación: un homicidio en ocasión de robo y una posible negligencia médica.
Todo comenzó el pasado sábado, cuando el hombre se dirigía en bicicleta a su trabajo en la Unidad de Pronta Atención (UPA) 6 de Los Hornos, donde se desempeñaba como empleado de limpieza. Se trataba de Fredy Emanuel Soria, de 37 años, oriundo de la misma localidad.
Alrededor de las 6 y media de la mañana, dos delincuentes armados lo interceptaron en avenida 66 y calle 145. El ataque fue brutal: mientras uno le apuntaba, el segundo le pegaba piñas y patadas. No solo le rompieron dos costillas, sino que le gatillaron. Afortunadamente, ninguna bala salió.
“Lo que dijo la víctima cuando estaba viva es que le gatillaron dos veces y le pegaron piñas y patadas en la zona de los riñones”, precisaron fuentes judiciales, en diálogo con Infobae.
En un primer momento, recibió asistencia en el centro de salud donde trabajaba, desde donde lo derivaron al Sanatorio Argentino a través de la ART. Allí, sin embargo, lo enviaron de regreso a su casa con el alta médica y diclofenac para el dolor, según informó El Día.
Pero dos días después -este lunes- se desplomó mientras realizaba un trámite en el banco en pleno centro de la ciudad, intentando gestionar las tarjetas que había perdido en el robo. De acuerdo con el medio local, presentaba un cuadro de hipotensión y disnea, con dificultades para respirar.
Los médicos pudieron reanimarlo, pero su estado de salud se agravó y terminó internado de urgencia en el Hospital Sudamericano. Allí se confirmó su muerte a las 15:30, por “abdomen agudo hemorrágico”, un cuadro que podría estar vinculado a la paliza que recibió durante el fin de semana.
Ahora, la Justicia sigue dos líneas de investigación: por un lado, un homicidio en ocasión de robo en la UFI N°8, a cargo del fiscal Martín Almirón, por las lesiones sufridas durante el ataque; por el otro, un posible homicidio culposo por negligencia médica en los momentos posteriores al asalto, que investiga la UFI N°10 de Carlos Vercellone.
Según pudo saber este medio, ya hay un detenido por el crimen. Se trata de uno de los motochorros que participó del ataque, a quien se le tomará indagatoria hoy.
Aún no está claro si el delincuente identificado fue quien le disparó o le dio la paliza, ya que no hay imágenes de cámaras en la zona y ambos tenían el rostro cubierto. El hombre, de apellido González, fue vinculado al caso porque había vendido el teléfono robado de Soria a un tercero, quien fue ubicado gracias a la geolocalización del dispositivo.
“Esta persona, cuando la policía se le acerca para interrogarlo, dice ‘yo se lo compré a González’. Y ahí él cuenta que este chico le dijo que lo acababa de robar y se lo vendía”, agregaron las fuentes, respecto a una de las pruebas que incriminan al detenido.
Al mismo tiempo, el testigo que compró el celular de la víctima declaró que el sospechoso estaba a bordo de una moto azul cuando se lo vendió, lo que coincide con lo que Soria había declarado a la policía antes de morir.
La autopsia al cuerpo de Soria se realizará este miércoles, aunque un primer parte médico indica que murió a raíz de los golpes, según confirmaron las fuentes: “Se demoró porque él estuvo atendido en varios lugares antes de morir, entonces eso hace que el historial médica sea más complejo”.