Autos de lujo, redes sociales y criptomonedas: así funcionaba la estafa piramidal con más de 200 víctimas en La Plata (REUTERS)

El repentino vaciamiento de los fondos en las cuentas de más de 200 inversores en La Plata expuso un fraude que combinó criptomonedas, redes sociales y promesas de éxito financiero. La maniobra, que se presentó como una oportunidad legítima, terminó revelando un esquema piramidal que generó pérdidas millonarias entre las personas afectadas. Todo funcionaba a través de una plataforma web.

La primera denuncia que salió a la luz fue realizada por un abogado, quien aportó las pruebas que derivaron en una investigación que terminó por desbaratar el entramado detrás de la operatoria.

Este hombre relató que entregó casi todos sus ahorros, unos 5.000 dólares. En un primer momento, su cuenta estaba con saldo positivo, pero luego desapareció todo el dinero.

La dinámica era sencilla: se promocionaba una aplicación como un sistema de “inversiones automatizadas con tecnología de alto rendimiento”, según los estafadores, garantizando resultados rápidos y seguros. Los primeros balances mostraban ganancias constantes, lo que fortalecía la confianza de quienes participaban y los motivaba a incorporar nuevos miembros al sistema. Este ciclo de aparente prosperidad resultó ser la base para sostener la estructura fraudulenta.

El funcionamiento interno del fraude replicaba el patrón de otros engaños similares: la rentabilidad se mantenía únicamente gracias al ingreso de nuevos fondos aportados por los recientes inversores. Para alimentar esta dinámica, los organizadores crearon grupos exclusivos en WhatsApp y Telegram, donde difundían supuestos consejos financieros y captaban a más interesados. En estos espacios, se compartían estrategias y se reforzaba la idea de pertenecer a una comunidad selecta de inversores exitosos.

Para alimentar esta dinámica, los organizadores crearon grupos exclusivos en WhatsApp y Telegram, donde difundían supuestos consejos financieros y captaban a más interesados (Imagen Ilustrativa Infobae)

Simultáneamente, los responsables desplegaron una campaña en redes sociales que incluía imágenes de autos de lujo, viajes y estilos de vida ostentosos. Este marketing aspiracional resultó clave para atraer a cientos de personas, al asociar el éxito inmediato con las inversiones en criptomonedas. La combinación de exclusividad digital y relatos de prosperidad facilitó la expansión del fraude.

La estafa quedó al descubierto cuando, de manera repentina, los fondos desaparecieron de las cuentas de los inversores. Ante esta situación, los afectados comenzaron a presentar denuncias y la Justicia calificó la causa como “estafa reiterada y asociación ilícita”. Entre las pruebas reunidas figuran capturas de pantalla, conversaciones de chat y publicaciones promocionales que documentan el funcionamiento del esquema.

Según los detalles de la causa, el dinero sustraído a las víctimas alcanzaría los 250.000 dólares (REUTERS)

Según los detalles de la causa, el dinero sustraído a las víctimas alcanzaría los 250.000 dólares.

Otro esquema Ponzi en La Plata

A finales de julio, a casi cuatro meses del inicio de la investigación, detuvieron en La Plata al principal acusado por una estafa millonaria mediante un esquema Ponzi, en el que más de 30 personas perdieron sus ahorros. El sospechoso era parte de un grupo ligado a una financiera que funciona hace décadas en la zona.

El hombre prometía falsas inversiones y generó pérdidas para más de 30 personas (Bloomberg)

La causa, que se tramita en las fiscalías penales de La Plata, tuvo un avance significativo luego de que se concretara la detención del principal sospechoso, identificado como O.P., quien simulaba ser el responsable de una financiera y ofrecía inversiones con altos rendimientos mensuales.

Según la información volcada en el expediente, este hombre ofrecía servicios financieros sin contar con la autorización del Banco Central. Sus promesas se basaban en la colocación del dinero de sus clientes en plazos fijos con rentabilidades mayores a las que ofrecían las entidades bancarias, pero él usaba esa plata para pagarle a los inversores más antiguos, un método típico de los esquemas Ponzi.

Todo salió a la luz cuando el hombre dejó de cumplir con sus promesas de ganancias mensuales y no devolvió la inversión inicial que le entregaron. En consecuencia, unas 30 personas denunciaron al sujeto en cuestión.

Cuando se desató este escándalo, hace casi cuatro meses, el hombre en cuestión fue registrado por una cámara mientras trasladaba una caja fuerte con la ayuda de una empresa de mudanzas. La imagen fue registrada por un teléfono celular y quedó dentro del expediente de la investigación, como los diálogos que mantuvo a través de WhatsApp con las víctimas.

El momento en el que el hombre fue registrado por una cámara mientras trasladaba una caja fuerte