Kicillof hará campaña con algunos de los candidatos nacionales de la lista de Fuerza Patria

Luego del triunfo contundente de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof quedó fortalecido en el escenario político. Tanto afuera como adentro del peronismo. La amplitud de la victoria sobre La Libertad Avanza (LLA), a la que le ganaron por 13 puntos, consolidó su rol como líder de un sector importante del peronismo bonaerense y como figura principal de la campaña electoral en la provincia.

Kicillof duda mucho sobre la posibilidad de que el gobierno de Javier Milei pueda dar vuelta el resultado electoral obtenido dos semanas atrás. Son 1.096.000 de votos de distancia. Lo ve casi imposible. La ventaja es grande, el descontento está instalado y expuesto en ese resultado, y el Gobierno, hasta aquí, no ha dado señales claras de reacción frente a la cachetada electoral.

“No hay que hacer demasiado. Seguir con las recorridas, mostrar la gestión, evitar la interna y mantener la crítica hacia Milei y lo que él representa”, reflexionó el Gobernador en una de las últimas reuniones que tuvo con intendentes del conurbano. Ni la quietud extrema, ni una jugada de más. Es el fino equilibrio el que hay que buscar.

Su plan de acción incluye coordinar actividades con algunos candidatos de la lista de diputados nacionales por la provincia. Es una forma de estar encima de la campaña y, al mismo tiempo, de mimetizar su figura con la del candidato. Sobre todo, teniendo en cuenta que la corona de ganador quedó en sus manos, al igual que la chapa de ganador.

El Gobernador tiene pensado mantener la frecuencia de sus actividades de gestión como parte de la campaña electoral

En La Plata advierten que, lo más probable, es que aumente la cantidad de votantes en la elección de octubre, pero no tienen claridad sobre que ese crecimiento esté íntimamente vinculado a un mayor acompañamiento de la lista libertaria. En cambio, creen que no hay motivos reales para pensar en una baja pronunciada de los votos que acompañaron a Fuerza Patria.

“¿Por qué los que votaron al peronismo, no volverían a hacerlo? Es muy difícil dar vuelta el resultado electoral», plantearon muy cerca del Gobernador, donde están convencidos de que ni el aumento de la asistencia ni la posible disminución del movimiento territorial de los intendentes -el gran fantasma que sobrevuela el peronismo- van a ser los suficientemente determinantes para poder cambiar, de forma drástica, el resultado.

En la Gobernación hacen cuentas sobre los movimientos de votos. Asumen que un intendente puede mover, con el aparato, entre el 3 y el 5% de los votos propios del padrón electoral. El resto es movilización espontánea. La gente que va a votar porque cumple con su obligación o con su deseo de manifestarse a través de las urnas.

Esa teoría busca contener las especulaciones sobre una eventual caída de votos ante la falta compromiso territorial de los intendentes justicialistas, quienes jugaron a fondo en la elección que el gobernador decidió desdoblar. Ese es uno de los reclamos que mantiene latente el cristinismo, que en su momento se opuso a la determinación de Kicillof.

En La Plata consideran que los votantes revalidan gestiones. Como la de los intendentes o la de Kicillof. O, en todo caso, votan en contra de gestiones, como la que encabeza Javier Milei en la Nación. Así buscan moderar la influencia de lo que pesa el aparato territorial.

Máximo Kirchner relativó la influencia de Axel Kicillof en el tirunfo del domingo 7 de septiembre (Photo by AFP)

Kicillof no tiene pensado hacer una campaña mayor o distinta a la que ya hizo. Básicamente, porque cree que la base del triunfo se logró el domingo 7 de septiembre. El esfuerzo ya fue hecho y en ese movimiento, él tuvo mucho que ver, ya que se puso al frente de la campaña electoral y esquivó el ruido de la interna después de un año y medio de furia.

Además, considera, como gran parte de los dirigentes del peronismo, que el Gobierno nacional está tardando en reaccionar después de la derrota, y lo primero a lo que atinó es a vetar las leyes de Emergencia pediátrica (Hospital Garrahan), ATN (Gobernadores) y Presupuesto universitario, que afectan el “voto blando” o “voto republicano”, como suelen llamarlo en el peronismo. No parece ser una respuesta acorde tras el revés electoral.

Esa clase de votantes, coinciden en el PJ y entre los consultores, es la que le dio volumen electoral a Juntos por el Cambio, la coalición que supo liderar Mauricio Macri, y que tenía una identidad más moderada respecto a la que le imprimió Milei a la gestión. “A ese sector lo espantas con los vetos o la desfinanciación a las pensiones de discapacitados”, explicó un importante funcionario provincial a Infobae.

Kicillof cree que lo lógico es que el cristinismo tome la iniciativa de la campaña, teniendo en cuenta que sus principales dirigentes – Cristina y Máximo Kirchner – fueron quienes definieron gran parte de la lista junto a Sergio Massa. “A mí me pasaron la lista armada y me preguntaron si quería poner dos, cuando me correspondían cuatro”, se quejó el gobernador ante sus íntimos en la última semana.

Kicillof cree que la campaña provincial servirá de base para la discusión nacional que empieza a desarrollarse

El gobernador puso en la lista a Hugo Moyano hijo (CGT) y Hugo Yasky (CTA). Además, fue el que propuso como candidato de unidad a Jorge Taiana, que en el cristinismo lo cuentan como uno propio del kicillofismo. No tuvo demasiada influencia en la lista nacional y por eso le disgusta que ahora parte del esquema ultra K ponga sobre sus espaldas la carga de un eventual resultado negativo.

“Los que crean que el triunfo fue de Axel, está muy bien, que festejen. A mí eso no me desvela. Nuestra interpretación es que ganó la gente“, sostuvo Máximo Kirchner, días atrás, en una entrevista con el canal de streaming Gelatina. Fue una forma de relativizar la centralidad adquirida por Kicillof después de la elección y descalzar el voto popular de la candidatura virtual que el mandatario interpretó.

Las posturas son bien distintas dentro del peronismo de la provincia donde, de no mediar grandes conflictos, la idea que se sostiene es la de que cada uno siga cumpliendo un rol en la campaña, sin mimetizarse, necesariamente, con el otro. Algún acto en conjunto, gestos de buena voluntad, recorridas sin agresiones cruzadas y no mucho más.

El resultado de la elección bonaerense cambió el clima en el peronismo, donde, hasta no hace mucho tiempo, la nube negra de la derrota perseguía a toda la dirigencia. Ahora, con el Gobierno aturdido por sus propios conflictos y el rechazo electoral, el PJ busca consolidar su renacimiento, aún fisurado y enfrentado, en la cabeza, el corazón y las manos del electorado. Tiene poco más de un mes para consolidar lo hecho en la elección provincial. Un nuevo desafío está en marcha.