En medio de un despliegue que involucró a varias áreas de la Policía Federal Argentina (PFA), agentes del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) detuvieron en Bahía Blanca, localidad del sur bonaerense, a un hombre de 42 años, acusado de publicar en redes sociales amenazas de muerte contra la colectividad judía y el presidente Javier Milei.
La medida fue ordenada en el contexto de una causa por Intimidación Pública, bajo la supervisión directa del Ministerio de Seguridad Nacional.
Todo comenzó cuando expertos de la Dirección General de Inteligencia Criminal de la PFA detectaron movimientos extraños en redes sociales. Allí, un usuario bajo el alias “Walter.invade.la” publicaba mensajes cuyo contenido no pasó inadvertido para los investigadores: amenazas explícitas, referencias directas al nazismo y reclamos de violencia que activaron las alarmas.

La investigación demostró que la cuenta monitoreada acumulaba numerosos posteos con amenazas dirigidas tanto a la comunidad judía como al Presidente. “Hay que estar preparados para la batalla contra el sionismo, ya que la guerra es inminente”, se leía en una de sus publicaciones. “Los judíos no son bienvenidos, van a tener paredón de fusilamiento y no van a tener Muro de los Lamentos”, detallaba otro mensaje que encendió las alarmas del equipo de inteligencia.
El usuario planteaba incluso supuestos planes de acción: “Voy a convocar un contingente de alemanes que vengan con sus máquinas de agujerear de 30 centímetros, para que saquen corriendo a estas ratas de m…”, una declaración que, para los investigadores, resultó una reivindicación abierta del nazismo y del ex dictador alemán Adolf Hitler.
El mismo sospechoso no dudó en dejar plasmada su admiración con otra frase: “Voy a pintar un cuadro con sangre judía como lo hizo el pintor austriaco”. Todo ese material fue fundamental para acreditar la motivación ideológica antisemita detrás de sus mensajes.

Las amenazas no solo apuntaban a la colectividad judía. Sobre Milei, los investigadores hallaron frases inquietantes: “Hay que hacer una gran redada, matar a Milei y colgarlo en la Plaza de Mayo”. El post estaba acompañado de imágenes inquietantes, entre ellas una intervención digital que mostraba al mandatario con la cabeza clavada en una estaca.
Con el material recolectado, la PFA comunicó la situación a la justicia federal. Tomó intervención el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo, y la Secretaría 8, a cargo de Martín Canero.
El juzgado ordenó profundizar tareas para identificar rápidamente al responsable. Las primeras pesquisas incluyeron desde rastreos de direcciones IP hasta entrevistas y cruces con bases de datos públicas.
Luego de días de seguimiento digital, el equipo especializado en OSINT (análisis de fuentes abiertas y públicas) logró dar con un domicilio en calle Matheu, en pleno Bahía Blanca. El Juzgado Federal de Bahía Blanca N° 1, bajo la dirección del juez Walter López Da Silva y Florencia Diez en la Secretaría 2, ordenó el allanamiento de la vivienda.

El operativo dejó como saldo la detención del sospechoso y el secuestro de elementos claves para la causa: un cuchillo militar táctico -que habría sido exhibido en los videos publicados en redes-, un teléfono celular y otros dispositivos electrónicos.
Las autoridades quedaron impactadas tras el operativo por lo que encontraron dentro de la vivienda. En las paredes del domicilio, los agentes identificaron grafitis de pentagramas de cinco puntas, cruces invertidas y recurrentes inscripciones con el número “666”, elementos que en distintos ámbitos suelen vincularse a prácticas relacionadas con el ocultismo, el satanismo y teorías conspirativas en las que aparece la religión judía.
Tras la detención, el acusado quedó a disposición del juez Lijo y bajo investigación formal por el delito de Intimidación Pública. Toda la operación fue monitoreada por el Ministerio de Seguridad Nacional.



