Tres adolescentes de 16 y 17 años, uno de ellos con antecedentes, fueron detenidos acusados de robar celulares a la salida de un boliche en el barrio porteño de Palermo, indicaron fuentes policiales a Infobae.

El hecho ocurrió en un el local bailable “Makena”, ubicado en Fitz Roy y Cabrera, en el que los tres ladrones abordaron a dos jóvenes de 28 años a fin de sustraerles sus teléfonos iPhone 13, al tiempo que una de las víctimas recibió un golpe en el rostro.

Los implicados, todos menores de edad, intentaron darse a la fuga, pero los las personas a las que habían asaltado comenzaron a perseguirlos a la carrera mientras pedían socorro. Los gritos fueron escuchados por efectivos de la Policía de la Ciudad que vigilaban la zona.

Los agentes lograron interceptar a dos de los sospechosos en el lugar, mientras que el tercero fue capturado en la calle Bonpland al 1400 por uniformados motorizados que también acudieron a la alerta.

De acuerdo a las fuentes, los tres ladrones tienen entre 16 y 17 años, y se encuentran domiciliados en el partido bonaerense de Moreno. Según informaron, el más joven de ellos tenía antecedentes por delitos contra la propiedad privada. Al mismo tiempo, en los últimos 10 meses las autoridades lo arrestaron en cuatro ocasiones.

El Juzgado Nacional de Menores N°6 dispuso el traslado de los menores al Instituto Inchausti y ordenó la confiscación de los dispositivos, los cuales fueron devueltos a las víctimas.

Antecedente

A mediados de julio, dos menores de 15 y 16 años fueron detenidos en el Barrio Fátima de Villa Soldati por el violento robo que sufrió un hombre de 78 años y su hija en el barrio porteño de Flores. Uno de los detenidos contaba con antecedentes penales, informaron fuentes policiales.

El episodio sucedió el pasado 16 de julio, alrededor de las 22. La hija de la víctima, que iba algunos pasos adelante, se detuvo a esperar a su padre, quien se desplazaba con dificultad producto de una operación de riñón que le realizaron hace un año.

La situación fue aprovechada por los asaltantes, quienes identificaron la vulnerabilidad del hombre y no tardaron en agredirlos a ambos.

Luego de que los abordaran, los ladrones interceptaron a la mujer, debido a que detectaron que ella tenía las llaves del vehículo. Al instante, su padre intervino al intentar golpearlos con un paraguas, pero uno de los asaltantes lo sujetó del cuello y lo tiró al piso.

Una vez que la banda puso fin a la agresión, escapó con el auto -que fue hallado abandonado- y el celular del hombre.