Ayudante de albañilería de profesión y oriundo de la provincia de Chaco, Wilson Natanael Sánchez, de 23 años, había salido este sábado junto a dos amigos para disfrutar de la noche en la ciudad de Tandil, al sudeste de la provincia de Buenos Aires. El lugar elegido fue Sol Disco, un reconocido boliche de la zona. La jornada transcurría sin problemas, hasta que el grupo de amigos protagonizó una pelea dentro del local bailable.
Mientras que uno de ellos optó por quedarse en el lugar, Wilson y otro de sus amigos prefirieron irse a su casa. Sin embargo, Sánchez se quedó con sed de venganza, tomó un cuchillo tipo tramontina de la cocina y salió de cacería, con el objetivo de hacer justicia por mano propia.
Pero en el camino de regreso al boliche se encontró con un grupo de chicos que asistían a una joven descompuesta frente a la plaza, a quienes no conocía. De un momento a otro, y por causas que aún se encuentran bajo investigación, los atacó a cuchillazos.
Testigos que ya declararon ante el fiscal Damián Borean, titular de la UFI N° 12 Descentralizada de Tandil, dependiente del Departamento Judicial Azul, contaron que Sánchez los sorprendió al consultarles por si conocían a un cantante. Tras ello, lo que continuó fue una pesadilla.
Una de las víctimas era Milagros Pilar Andrea Quenaipe (18), quien recibió un puntazo mortal en el cuello y murió desangrada en pocos segundos.
“Milagros estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Fue ella como pudo haber sido cualquier otro. Estaba dispuesto a matar al que se le cruzara“, detalló una fuente del caso consultada por este medio.
Antes de asestarle la puntada mortal a Milagros, el asesino había atacado a Matías, un joven de 19 años que sufrió un puntazo por la espalda y terminó con una lesión cortante, aunque superficial, cerca de la columna y debajo del hombro izquierdo.
“El pibe tuvo un día de furia. Se encontró con tres personas y a las tres las atacó”, concluyeron las fuentes consultadas por este medio que, además, precisaron que Sánchez, previamente, había agredido a un seguridad del local bailable.
Consumado el brutal ataque, los investigadores se apoyaron en la “vestimenta especial” que llevaba puesta cuando acuchilló a Milagros y su amigo Matías. «Dios quiso que el tipo estuviera vestido de rojo“, destacó un investigador.
A partir de la destacada labor del personal del Centro de Monitoreo municipal, que en todo momento mantuvo contacto directo con el personal policial de turno, los detectives pudieron seguir el camino que el asesino realizó mientras huía de la escena del crimen. Así, el análisis de las cámaras de seguridad permitió corroborar que el sospechoso se había refugiado en su domicilio, donde finalmente fue aprehendido.
Casi en simultáneo, personal de la comisaría 2da. de Tandil halló el arma que Sánchez utilizó para atacar a sus víctimas, un cuchillo tipo tramontina con la punta limada que apareció en la vereda frente al edificio de tribunales.
Este miércoles, Sánchez fue citado a declarar por el fiscal Borean, pero por sugerencia de su abogado no pronunció ni una sola palabra sobre lo sucedido. Ante este escenario, y con las pruebas recabadas hasta el momento, el juez de Garantías N° 1, José Alberto Moragas, hizo lugar al pedido de la Fiscalía y convirtió la aprehensión de Sánchez en detención.
Por su parte, el resultado de la autopsia practicada al cuerpo de Milagros este domingo en la morgue judicial de Azul, concluyó que la mujer murió por una puñalada dirigida al cuello que seccionó la arteria carótida y parcialmente la traquea, lo que produjo una hemorragia masiva aguda (shock hipovolémico agudo) que causó su muerte.
A casi cuatro días del salvaje crimen de Milagros, el fiscal Borean trabaja en un nuevo -y pormenorizado- análisis de las imágenes que registraron distintas cámaras de seguridad, con el fin de determinar el móvil del ataque y compaginar las grabaciones de cara al juicio por jurados que enfrentará Sánchez, imputado por “homicidio y lesiones dolosas leves en concurso real“.