
La Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires confirmó la condena a 9 años de prisión por homicidio simple contra Pablo Torres Lacal, conductor de la lancha que atropelló la embarcación en la que murió Manuel Storani, hijo de Federico Storani.
El empresario había sido condenado a fines de 2023 por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro tras ser hallado culpable de la colisión ocurrida en la noche del 31 de marzo de 2016 en el Delta de Tigre. En el choque, además del hijo del ex ministro del Interior, también murieron la madre de Manuel, Ángeles Bruzzone, y Francisco Gotti, amigo de Torres Lacal.
Torres Lacal apeló el primer fallo y recurrió al Tribunal de Casación Penal, que ratificó la sentencia. Luego, su defensa pidió que la sentencia sea revisada por la Suprema Corte. En ambas instancias, sin embargo, las pruebas del caso confirmaron su responsabilidad en la embestida por la excesiva velocidad a la que se desplazaba la lancha Shark II.

En la decisión adoptada por los ministros del máximo tribunal provincial, Daniel Fernando Soria y Sergio Gabriel Torres, junto a los conjueces Víctor Violini y Manuel Bouchoux, se rechazaron los recursos de nulidad y de queja interpuestos por la defensa del imputado.
Con esta resolución, a Torres Lacal solo le queda la posibilidad de un eventual recurso para que intervenga la Corte Suprema Nacional. Por el momento, seguirá libre hasta que la sentencia quede firme. No obstante, se ordenó que no podrá abandonar el país ni ausentarse de su domicilio por más de 24 horas sin autorización.
El juicio en San Isidro
El juicio y la condena a Pablo Torres Lacal llegó más de siete años y medio después de la trágica madrugada en el Delta de Tigre. En la noche del 31 de marzo de 2016, producto del choque de lanchas, perdieron la vida Manuel Storani, el hijo de 14 años del dirigente radical Federico Storani; la madre del menor Ángeles Bruzzone y Francisco Gotti -un amigo del acusado-.
La lectura del veredicto se recibió bajo una tensa expectativa en la sala grande de audiencias del entrepiso de los Tribunales de San Isidro, con familiares y amigos de ambas partes separados dentro del lugar por un pasillo de un metro.

“Se resuelve condenar a Pablo Gabriel Torres Lacal a la pena de nueve años de prisión, accesorias legales y costas del proceso, por encontrarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio simple con dolo eventual, ordenando su detención, una vez que el fallo sea confirmado por el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires”, dictaron los jueces Sebastián Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino por unanimidad.
El desahogo en el hall del edificio de la calle Ituzaingo 340 fue inmediato y retumbó en la sala. Familiares de los Storani y amigos de Ángeles y Manuel, que no habían podido ingresar al recinto por un tema de capacidad, siguieron el minuto a minuto de la jornada a través de un canal de Youtube de la Suprema Corte provincial. “Se hizo justicia, después de tanto tiempo”, celebraban entre sollozos, abrazos y algunas frases de aliento.
Distintas personalidades se acercaron a acompañar el procedimiento de cierre, entre ellos se encontraron el intendente de San Isidro, Gustavo Posse y el fiscal general de San Isidro, John Broyad.
Minutos después de la condena, Fredy Storani, visiblemente emocionado -y acaso aliviado- por la situación, expresó: “Llegué con una mezcla de angustia y expectativa. Pero este tribunal actuó rápido y bien. Peleamos mucho en el marco de las instituciones y el estado de derecho. Muchos casos como estos quedan impunes. Si bien es un alivio, nada me devuelve la vida de Manuel. Cambiaría todo esto por un abrazo”.

En la sentencia de 199 páginas, los jueces dieron por comprobado que el imputado, al mando de su lancha Shark II, en la que viajaba junto a Gotti y Hernán Di Rico, manejó esa madrugada por el canal Vinculación con dirección al arroyo Pajarito -entre las 23 horas del 31 de marzo y las 12:15 del 1 de abril de 2016- a “gran velocidad y realizando movimientos ondulantes de tipo ‘zigzag’ hacia ambos márgenes -marcando una trayectoria incierta e imprevisible de la embarcación- en un lugar que -atento el horario y características geográficas- era casi nula la visibilidad”.
Por otro lado, la Mad II, la embarcación embestida, navegaba por el Vinculación en sentido al río Luján y recibió el impacto de proa de la Shark II por la banda derecha. Allí timoneaba Lucas Sorrentini y lo acompañaban Ángeles, Manuel, Alejandro Obludzyner, Federica Obludzyner y Mariela Cassina. El impacto fue letal. Ángeles, Manuel y Francisco Gotti murieron en el acto.
“Pablo Gabriel Torres Lacal era conocedor de todos y cada uno de los extremos fácticos que implicaban por su cantidad y calidad un peligro concreto, que finalmente se materializó en el resultado mortal, circunstancia que decididamente excede el ámbito de la imprudencia”, determinó el fallo.



